En nuestro recorrido por los diversos pueblos de la isla, hemos conocido personas sumamente talentosas. Desde niños y niñas trovadores, jóvenes artesanos y hasta adultos mayores que con toda la pasión del mundo declaman poesía. En ocasiones nos sorprenden por su habilidad en la expresión oral, otras por las destrezas de redacción y hay quienes se destacan por su talento al movilizar personas para que apoyen una causa.

Aunque cada historia es única y especial, no cabe duda de que conocer y compartir la silla con Pedrito Torres es una de esas experiencias que te cambian la vida. Nos recibió en su hogar en Bayamón, y desde ese primer encuentro para nuestra conversación inicial, supe que me encontraba ante un gran artista puertorriqueño, multifacético, servicial y con un talento asombroso de la mano de una humildad esperanzadora.

“Yo soy el hermano menor de un hogar donde la música fue base en nuestra crianza. Mi papá es músico, siempre nos inculcó el amor por la música típica, y siendo pequeño aprendí a tocar el cuatro puertorriqueño”, expresó Pedrito. “Recuerdo en una ocasión, cuando yo tenía 13 años, mi primo llevó una guitarra eléctrica, y desde entonces me enamoré del instrumento. Recuerdo que me apasioné tanto por la guitarra que dormía con las revistas de catálogos de guitarras debajo de mi cama para poder verlas todas las noches”, manifestó.

“La guitarra eléctrica es otro mundo y necesitaba empaparme de ese lenguaje del rock, el blues, el jazz. A tratar de escuchar a esos guitarristas, tales como Carlos Santana, Van Halen, y otros; y de cada guitarrista me compraba los CDs y me encerraba en el cuarto a tratar de sacar solos, y estaba horas con la guitarra sin querer ni dormir”, comentó Pedrito con nostalgia.

Desde los 15 años, ya Pedrito tocaba en Pubs en Puerto Rico. “Me dejaban entrar porque me veían un poquito grande”, expresó riendo. “En el 2004 estuve en una banda que se llamaba Anónimo, donde grabamos un disco que sonó por Alfa Rock, también he grabado para varios artistas cristianos y he hecho muchos proyectos musicales” expresó.

Según Pedrito Torres entrar al mercado internacional se hace difícil para los artistas en Puerto Rico ya que en muchas ocasiones los proyectos tienen previamente identificados a ciertas personas y pocas veces abren la posibilidad a colaborar con nuevos talentos. “Yo pienso que como estos talentos les han quedado bien, pues los productores prefieren mantenerse trabajando con las mismas personas que ya conocen y no le dan la oportunidad a talentos nuevos de probarse y demostrar que también pueden ser excelentes profesionales”, nos comentó.

La música requiere disciplina, y para Pedrito Torres, fue ésta quien formó su carácter y ayudó a madurar, y bajo ese deseo de aprender y desarrollarse al máximo, descubrió su segundo gran amor: la artesanía. “Comencé en la artesanía sin ninguna educación formal, aprovechado los palos de escobas creaba chiringas y hasta llegué a coger sin permiso la madera de los pilares de la cama de mi abuela para desarrollar mis piezas”, contó riendo.De acuerdo con Pedrito Torres, la combinación entre música y artesanía comenzó porque desde pequeño visitaba a un artesano residente del pueblo de Cayey, de nombre Salustiano, quien tenía impedimentos físicos en las piernas, pero hacía unas piezas artesanales increíbles. “Tendría como 10 años y me llamó la atención ver esas piezas y cómo se utilizaba la madera para crear instrumentos; y más adelante me interesé por el campo de la luthiería”, narró mostrándonos sus piezas en la creación de guitarras, bajos y otros.

“Cuando construía los instrumentos yo veía que me sobraba mucha madera y me preguntaba qué podía hacer con ella. Y recuerdo ver unos Reyes Magos y unas figuras talladas en madera por un artesano puertorriqueño llamado Carlos Rosado, así que eso me inspiró y me puse a inventar con los pedazos de madera que me sobraban de los instrumentos que construía”, nos comentó Pedrito, quien cuenta con licencia de artesanía, está certificado en el desarrollo de instrumentos musicales típicos, tales como el cuatro y el tiple; y ha participado de diversas Ferias en Puerto Rico.

Sin embargo, reconoce lo sacrificado que puede ser dedicarle tantas horas a la talla de artesanía y que en las Ferias Artesanales se le acerquen las personas a comentar la belleza de sus piezas, pero no estén dispuestos a invertir por el valor del trabajo en horas y esfuerzo de estas. “Yo me he dado cuenta de que la persona que no es de Puerto Rico muchas veces valora más la isla, que quienes son de aquí”, manifestó convencido este hombre autodidacta tanto en la talla, como en la construcción de instrumentos musicales.

Para Pedrito, hoy día muchos jóvenes se inclinan a utilizar mayormente la tecnología y no se dan cuenta del valor que tiene el uso de las manos para crear y desarrollar. Comentó que en ocasiones estos no reciben ese empujoncito tan necesario para encaminarse hacia sus sueños ya sea porque su familia no cuenta con los recursos necesarios o porque no le dan la prioridad. “Los padres y las madres deben tenerles fe a sus hijos y estar dispuestos a invertir en recursos que les permitan a los jóvenes encontrar su pasión”, expresó este artista, quien por voluntad e iniciativa propia se ha dedicado a colectar instrumentos viejos y dañados para repararlos y poder distribuirlos a niños y jóvenes que desean tocar un instrumento, pero no cuentan con el apoyo necesario para adquirirlos.

“Mi mensaje para los jóvenes es que se enfoquen en lo que desean hacer y que lo tomen en serio. Es importante que tengan fe, que tomen el impulso y que lo hagan”, expresó Pedrito, quien hizo un llamado a ofrecerle oportunidades a talentos jóvenes y desarrollar una cultura de colaboración entre artistas y músicos que no fomente los celos profesionales y que se base en la integración, la diversidad y el respeto al arte.

“Es necesario que los pioneros, los artistas que han logrado establecerse y con una gran trayectoria, compartan su espacio con aquellos talentos jóvenes que necesitan una oportunidad para demostrar su talento. Hay que permitir que continúe el legado de generación en generación, sin egoísmos ni orgullo, y sí con mucha humildad y solidaridad, para apoyarnos los unos a los otros”, expresó Pedrito a la vez que explicó que hace falta que los que están adelante, ya sea productores y directores de bandas de artistas, se den a la tarea de buscar músicos frescos, no saturados, para que se promueva la diversidad y se continúen formando las nuevas generaciones de talentos.

Gracias Pedrito Torres, por contarnos tu historia y compartir la silla con nosotros. Estamos seguros de que somos muchos los que nos identificamos con tu historia. #SharetheChair#ShareyourStory

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